Sepúlveda. La gran desconocida

 

Esta localidad declarada Conjunto Histórico-Artístico desde 1951 y con una población que apenas sobrepasa los mil habitantes, destaca tanto por su rico patrimonio como por su exquisita gastronomía. Su extenso legado arquitectónico comprende desde multitud de centenarias iglesias, castillos, zonas arqueológicas y hasta arte rupestre.

Nada más llegar, la imagen de la plaza mayor con su inigualable castillo de fondo que erigiera el conde Fernán González hace casi mil años impacta de manera notable a los noveles visitantes.

Sobre el cubo central del castillo, el de más altura, se yergue una pequeña espadaña neoclásica que alberga dos campanas de diferentes tamaños, coronada por una cruz metálica con veleta. El Castillo, fuera de las Murallas de la Villa, es uno de los lados menores de la Plaza Mayor. Adosado a la parte inferior de sus torreones un edificio del siglo XVIII, con balconada corrida, soporta el Reloj de la Plaza. En este edificio se realizan actualmente exposiciones culturales; y desde su balconada se lanza el Chupinazo anunciador del inicio de las Fiestas de Toros.

El Winebus en Bodegas Felix Callejo y Sepúlveda el sábado 6 de abril.

Entre vinos y fortalezas. Peñafiel

Estratégicamente situada en el centro de su comarca, a 56 km de la capital Valladolid, Peñafiel se alza como núcleo neurálgico de la vitivinicultura de Ribera del Duero.

De sus entramados arquitectónicos destaca sin duda el majestuoso castillo de Peñafiel, declarado Monumento Histórico Nacional en 1917, se ha convertido en una emblemática seña de identidad de la región y baluarte de la difusión del rico legado de la viticultura vallisoletana. El Castillo de Peñafiel se ubica en lo alto de un espigón que separa los valles del Duero y del Duratón y que domina visualmente siete valles lo que le confiere por su localización y volumen una presencia muy singular dentro del paisaje. Por su situación estratégica las vistas del entorno desde el Castillo son panorámicas y de gran belleza por sus amplias perspectivas.

Otro lugar de interés es sin duda el museo provincial del vino, donde el visitante logra asomarse a los entresijos de la larga y compleja elaboración del vino. Con un atractivo planteamiento expositivo que capta el interés de legos y doctos, recorre, a lo largo de nueve amenas secciones, la historia, los procedimientos, los tipos de prensas utilizados, las herramientas, los útiles de medida, las botellas, la cata, etc. Cuenta además con otras dependencias que multiplican sus posibilidades, como la sala de catas profesional, la biblioteca, la tienda o el salón de actos.

En resumen una completísima jornada entre dominios del antiguo clero, bodegas bajo tierra, fortalezas y museos.

El Winebus se va a Pago de los Capellanes y Peñafiel el sábado 23 de marzo

Tierra de contrastes. Pago de los Capellanes

A poco más de veinte minutos de la conocida como la Capital del Vino, Aranda de Duero, nos topamos con la bodega Pago de los Capellanes, una de las bodegas familiares más prestigiosas de la Ribera del Duero.

Su chocante nombre de origen eclesiástico responde a que ya en el siglo XIV la actual pedanía de Pedrosa de Duero albergaba una parroquia, donde en ella los capellanes ofrecían misas y oraciones a cambio de pequeñas parcelas de terreno consiguiendo reunir con el tiempo un extenso pago.

De sus viñedos destaca el bajo rendimiento de sus cepas, lo cual permite el garantizar un control estricto sobre la producción y sobretodo los contrastes térmicos sufridos por las vides, llegando a diferencias de más de 20 ºC entre el día y la noche favoreciendo así una mejor maduración de los racimos, potenciación su grado alcohólico, acidez equilibrada, coloraciones vivas y  taninos mucho más domesticados.

De su bodega llama la atención su proceso de crianza en bodega subterránea, con un calado de más 10 metros de profundidad donde reposan los vinos en barricas de roble francés de hasta más de veinte orígenes diversos.

El Winebus se va a Pago de los Capellanes y Peñafiel el sábado 23 de marzo

Arquitectura, arte y naturaleza. Villacañas.

-Museo etnográfico del silo

Se tratan de unas viviendas subterráneas excavadas a unos cuatro metros bajo el nivel del suelo, que constituyen verdaderas joyas de la arquitectura popular y que estuvieron en uso hasta la segunda mitad del siglo XX. Los silos eran las casas de las familias más humildes del pueblo, cavadas a mano y  en pequeñas parcelas donde extraían la tierra de las dependencias necesarias para su vida, dormitorios, cocina, gallinero, etc.

Las ventajas de los silos radican en que sus ocupantes conseguían así una casa sin tejado, ni pilares, ni tabiques, y al estar bajo tierra disponían de una temperatura muy constante, conservando el calor en el invierno y con un reconfortante frescor en el verano.

-Museo de la Tía Sandalia

La Casa-Museo de la Tía Sandalia es uno de los museos de religiosidad popular más destacado de España. Está dedicado a Sandalia Simón Fernández, conocida como la Tía Sandalia, una singular artista que trabajó durante cuarenta años confeccionando imágenes religiosas que enseñaba amablemente en su humilde hogar sin cobrar nada y recompensando a los visitantes con multitud de cuentos, romances e historias. De sus manos salen imágenes de la Virgen, la Verónica, María Magdalena y de numerosos santos que venera; pequeños grupos escultóricos que representan la Última Cena, Adán y Eva en el Paraíso, el Beso de Judas, la Virgen de la Concepción con ángeles, y otras escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Decora el techo y las paredes del Zaguán y dos habitaciones de su casa con pinturas al fresco, que convirtió en un verdadero santuario donde expone 66 esculturas exentas, 40 relieves adosados y 26 lienzos.

-Humedales de Villacañas

Se trata de un Complejo Lagunar constituido por varios humedales: Laguna Larga, Reserva Natural Laguna de Peña Hueca, Reserva Natural Laguna de Tirez, etc. que en conjunto suman una extensión cercana a las 380 hectáreas de superficie inundable y un área de actuaciones de 1.200 ha. Las cinco lagunas pertenecen a las 11.529 ha. del LIC (Lugar de Interés Comunitario) “Humedales de La Mancha” y también están declaradas por la Unión Europea como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Por tanto un lugar magnífico para disfrutar de la ornitología manchega en todo su esplendor.

El Winebus en Bodegas Vihucas y Villacañas el sábado 16 de marzo

Arte reminiscencias bordelesas. Bodegas Vihucas

Situada a poco más de cien kilómetros de Madrid, concretamente en Villacañas (Toledo), nace hace más de 30 años Bodegas Vihucas, una bodega que ha sabido recoger la tradición de tres generaciones de viticultores y bodegueros, uniéndola a la vez con las más importantes innovaciones tecnológicas y de proceso para elaborar vinos de calidad.

Toda la producción procede de las 26 hectáreas de viñedos propios, entre los que se encuentran viñas viejas de Cencibel, viñas jóvenes de Merlot, Graciano y Chardonnay y las más recientemente plantadas de la variedad Malvar.

Además de apostar por una viticultura totalmente ecológica, entre sus prácticas habituales se encuentra la vendimia nocturna, que permite que la uva entre fresca en bodega manteniendo intactas sus propiedades hasta comenzar el proceso de vinificación.

Una de las cosas más interesantes de la bodega se trata de la peculiar relación que tiene con el arte apostando en sus instalaciones por exposiciones de jóvenes pintores y escultores, músicos de jazz o creativos e innovadores fotógrafos modernos y contemporáneos.

Sus vinos se caracterizan por unos claros recuerdos a los típicos caldos bordeleses con gran estructura, cuerpo y una magnífica evolución en botella.

El Winebus en Bodegas Vihucas y Villacañas el sábado 16 de marzo