Tierra de contrastes. Pago de los Capellanes

A poco más de veinte minutos de la conocida como la Capital del Vino, Aranda de Duero, nos topamos con la bodega Pago de los Capellanes, una de las bodegas familiares más prestigiosas de la Ribera del Duero.

Su chocante nombre de origen eclesiástico responde a que ya en el siglo XIV la actual pedanía de Pedrosa de Duero albergaba una parroquia, donde en ella los capellanes ofrecían misas y oraciones a cambio de pequeñas parcelas de terreno consiguiendo reunir con el tiempo un extenso pago.

De sus viñedos destaca el bajo rendimiento de sus cepas, lo cual permite el garantizar un control estricto sobre la producción y sobretodo los contrastes térmicos sufridos por las vides, llegando a diferencias de más de 20 ºC entre el día y la noche favoreciendo así una mejor maduración de los racimos, potenciación su grado alcohólico, acidez equilibrada, coloraciones vivas y  taninos mucho más domesticados.

De su bodega llama la atención su proceso de crianza en bodega subterránea, con un calado de más 10 metros de profundidad donde reposan los vinos en barricas de roble francés de hasta más de veinte orígenes diversos.

El Winebus se va a Pago de los Capellanes y Peñafiel el sábado 23 de marzo

Los comentarios están cerrados.