Magia en la lumbre. Pedraza bajo las velas.

Pedraza bajo las velas con el Winebus

Magia y encanto se dan cita en esta medieval villa segoviana el próximo sábado 6 de julio, cuando la localidad se transforma en un lugar casi místico sonrojado por la música y las miles de teas que ambientan los “Conciertos de las Velas”. Es ese mismo día cuando Pedraza apaga sus bombillas y farolas y queda únicamente iluminada por la luz de miles de velas, más de 50.000, que dejan paso a un espectáculo visual sin comparación.

Winebus en Bodegas Ismael Arroyo y Pedraza bajo las velas, Sábado 6 de Julio

Pedraza bajo las velas con el Winebus

¿Qué gigantes? , dijo Sancho Panza. Campo de Criptana

Este pequeño municipio de la provincia de Ciudad Real situado en la comarca natural de La Mancha, es sin duda conocido por encontrarse los famosos molinos contra los que luchó Don Quijote y que Cervantes inmortalizó en el capítulo VIII de su universal novela. Los molinos de Campo de Criptana se pueden considerar, por tanto, como la principal seña de identidad de La Mancha, así como una de las imágenes que mejor identifican España en el mundo.

De los molinos como los que hizo aparecer Cervantes en El Quijote, actualmente es posible encontrar diez, de los cuales tres son originales del siglo XVI:: Burleta, Infante, Sardinero, Culebro, Pilón, Lagarto, Poyatos, Cariari, Inca Garcilaso y Vicente Huriondo.

Algunos de ellos como El Burleta, conserva su maquinaria original que cada primer domingo de mes se pone en marcha para rememorar las antiguas moliendas que en ellos se realizaban.

El Poyatos funciona actualmente como oficina de turismo de la localidad, y otros albergan en su interior museos dedicados a diferentes temas, el más destacado es El Culebro», ya que es el museo de Sara Montiel y donde se podrán encontrar vestidos, carteles y objetos de sus películas como el piano de «El último cuplé».

La imagen de Campo de Criptana nos recordará al Quijote. Sobre el otero que domina al pueblo aparece un magnífico conjunto de molinos de viento, una de las imágenes más famosas del territorio. Algunos de ellos se encuentran en el centro de la ciudad, como es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y otros un poco más alejados.

En definitiva una estupenda jornada entre gigantes, tanto para beber como para ver.

El Winebus a Bodegas Castiblanque en Campo de Criptana el sábado 1 de junio.

Este pequeño municipio de la provincia de Ciudad Real situado en la comarca natural de La Mancha, es sin duda conocido por encontrarse los famosos molinos contra los que luchó Don Quijote y que Cervantes inmortalizó en el capítulo VIII de su universal novela. Los molinos de Campo de Criptana se pueden considerar, por tanto, como la principal seña de identidad de La Mancha, así como una de las imágenes que mejor identifican España en el mundo.

De los molinos como los que hizo aparecer Cervantes en El Quijote, actualmente es posible encontrar diez, de los cuales tres son originales del siglo XVI:: Burleta, Infante, Sardinero, Culebro, Pilón, Lagarto, Poyatos, Cariari, Inca Garcilaso y Vicente Huriondo.

Algunos de ellos como El Burleta, conserva su maquinaria original que cada primer domingo de mes se pone en marcha para rememorar las antiguas moliendas que en ellos se realizaban.

El Poyatos funciona actualmente como oficina de turismo de la localidad, y otros albergan en su interior museos dedicados a diferentes temas, el más destacado es El Culebro», ya que es el museo de Sara Montiel y donde se podrán encontrar vestidos, carteles y objetos de sus películas como el piano de «El último cuplé».

La imagen de Campo de Criptana nos recordará al Quijote. Sobre el otero que domina al pueblo aparece un magnífico conjunto de molinos de viento, una de las imágenes más famosas del territorio. Algunos de ellos se encuentran en el centro de la ciudad, como es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y otros un poco más alejados.

En definitiva una estupenda jornada entre gigantes, tanto para beber como para ver.

Un gigante en miniatura. Cadalso de los vidrios

Al suroeste de la capital, en el límite con las provincias de Toledo y Ávila, converge uno de los pueblos más encantadores y sencillos de toda la Sierra de Gredos ubicada lo suficientemente lejos como para poder ser una escapada y lo suficientemente cerca como para poder hacerla en un día.

Su curioso apellido, “de los vidrios” hace referencia a unas importantes fábricas de vidrio situadas en esta localidad. El vidrio fabricado en este pueblo alcanzó prestigio en los siglos XVI y XVII (gran parte de la cristalería de la Real Botica del Monasterio de El Escorial fue fabricada en Cadalso). Estos hornos estuvieron operativos hasta principios del siglo XX, cuando fueron cerrados definitivamente.    A pesar de ser un villa de poco más de tres mil habitantes, Cadalso cuenta con su propia feria del vino, La Feria del vino Cadalvin, que con tan solo dos años celebrándose, ya es una referencia sobre los vinos de la Comunidad de Madrid. En cuanto a su gastronomía la localidad se distingue por la sopa castellana, el cordero lechal o lomo de cordero lechal y deliciosos postres como tarta de queso, leche frita, arroz con leche, o roscones.

Nos vamos con el Winebus a Bodegas Fuentegalana y Cadalso de los Vidrios el sábado 25 de mayo