Un gigante en miniatura. Cadalso de los vidrios

Al suroeste de la capital, en el límite con las provincias de Toledo y Ávila, converge uno de los pueblos más encantadores y sencillos de toda la Sierra de Gredos ubicada lo suficientemente lejos como para poder ser una escapada y lo suficientemente cerca como para poder hacerla en un día.

Su curioso apellido, “de los vidrios” hace referencia a unas importantes fábricas de vidrio situadas en esta localidad. El vidrio fabricado en este pueblo alcanzó prestigio en los siglos XVI y XVII (gran parte de la cristalería de la Real Botica del Monasterio de El Escorial fue fabricada en Cadalso). Estos hornos estuvieron operativos hasta principios del siglo XX, cuando fueron cerrados definitivamente.    A pesar de ser un villa de poco más de tres mil habitantes, Cadalso cuenta con su propia feria del vino, La Feria del vino Cadalvin, que con tan solo dos años celebrándose, ya es una referencia sobre los vinos de la Comunidad de Madrid. En cuanto a su gastronomía la localidad se distingue por la sopa castellana, el cordero lechal o lomo de cordero lechal y deliciosos postres como tarta de queso, leche frita, arroz con leche, o roscones.

Nos vamos con el Winebus a Bodegas Fuentegalana y Cadalso de los Vidrios el sábado 25 de mayo

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