El Winebus en El Lagar de Isilla y Aranda de Duero (25 de febrero)

En la furgoneta

Pues parecía que iba  a ser una repetición del viaje anterior. Pero me vuelve a suceder algo que ya me ha ocurrido otra veces en el mundo del vino. Y es que jornadas que parecían que iban a ser iguales tienen quizá un punto conector, pero para nada se parecen a las anteriores.

Y ocurrió que éramos menos, muy poquitos; tan poquitos, que decidí en este caso alquilar una furgoneta Mercedes Vito de 9 plazas que yo mismo iba a conducir.

Ocurrió, como sucedió en el viaje anterior, que tenía una fiesta muy, muy maja el día anterior. Y como pasó en Finca La Estacada tuve que retirarme pronto para estar en forma al día siguiente.

Con eso de que era una furgoneta sin conductor, propuse salir antes que otras veces, pero alguno de los que venían estaban también en esa fiesta y me pidieron que por favor no adelantara la salida. Y así lo hicimos.

Al salir a las 11 un poco largas (me confundí  al salir y cogí la carretera de Colmenar Viejo) (total 30 kms más), daba por hecho que lo del monasterio había que olvidarlo.

Bueno. Ya estábamos todos subidos y venga charleta en el winebus (más pequeñito pero winebus al fin y al cabo).  Y que si esto, y que si lo otro, se nos hicieron los 160 kms en un pis pas. Tan pis pas, que llegamos a La Vid a las 12,50h. Propuse a los winebuseros intentar ir al monasterio contando con que sería imposible. Pero… Oh sorpresa!!!  (primera sorpresa) Nos atiende la persona que atiende a las visitas. Nos dice que el fraile que hace las visitas no puede hacerlo por ser demasiado tarde. Pero que, de manera informal se presta a enseñarnos el monasterio con la excepción del museo de los trajes y el de las monedas. Teníamos 35 minutos de margen… Adelante con los faroles .

No fue el fraile. Fue esta chica tan dispuesta la que nos hizo el paseo. ¿Sabía tanto como el fraile? Probablemente no, pero puso su mejor voluntad porque pasáramos un rato agradable. Y apuntes en mano, fue relatando la historia de cada una de las estancias que visitamos. Y yo, encantado. Resulta que también estábamos viendo el monasterio. Fantástico !!! Para los que no conozcan el monasterio, muy, muy recomendable.

Fue, como es lógico una visita más rápida que la otra vez, pero el tiempo necesario para ir a la bodega El Lagar de Isilla en hora.

La visita a Bodega nuestra era a las 13,30h y según llegamos, la tienda estaba de bote en bote. Hasta arriba de gente.

Nos recibieron Noemí y Beatriz, tan simpáticas y atentas como siempre. Y empezó la visita a la bodega. Noemí es una grandísima profesional con un atractivo  y didáctico discurso sobre las distintas instalaciones y los entresijos e historia de la Bodega. Ella me dice que menudo rollo tiene que ser para mí volver a oírla. Pero no es cierto. Nunca hay dos visitas iguales, y cada vez aprendo una cosa nueva, o conozco más a fondo algo. Cada día me gusta más cómo hacen las cosas en El Lagar de Isilla. Y hay algo que no tiene precio, y es ver las reacciones y la actitud de la gente durante la visita en función de su formación previa en cuestión de vinos o de otras materias diversas.

Si viene un diseñador, entra en matices de diseño, si es un enamorado del vino se centra más en lo que ocurre en la degustación. Ninguna visita es igual.

Y otra novedad fue visitar las tres habitaciones de que dispone el hotel que están construyendo con temática vinícola. Para 2014 tendrán 14 habitaciones. Es interesante el proyecto y una sorpresa para el visitante o el huésped. Muy, muy original y muy lindo.

Y pasamos a la degustación de los 3 vinos prometidos a cuál mas interesante. Por petición de los asistentes les leí atentamente las características de cada uno de los vinos que aparecen en la etiqueta. ¡Cómo cuidan la etiqueta en El Lagar de Isilla! Qué original y práctico es que los posavasos de las copas coincidan en color con cada una de las etiquetas de los distintos vinos. Ayuda bastante a los novatos y no tan novatos a saber en todo momento qué vino se está tomando a cada momento. ¿Y qué vinos tomamos? Un Vino tinto El lLagar de Isilla Joven, un Vino tinto El Lagar de Isilla Roble 5 meses en barrica, y un Vino tinto El Lagar de Isilla Crianza. A cuál mejor!!!  

Yo conducía y uno de los condicionantes del winebus es que todo el mundo vaya relajado y tranquilo sabiendo que alguien totalmente sobrio conduce. Por ello apenas pude pasar por mis labios los 3 vinos que rápidamente pasaron por la escupidera. ¡Qué responsabilidad ser el organizador! En fin. Así son las cosas.

La degustación fue deliciosa. Pero tampoco fue enormemente larga porque teníamos una agenda  bastante apretada. Había que ir a tomar tapas a Aranda de Duero y corríamos el riesgo de que cerraran cocinas. Así que, un poco de charleta, y ¡hale! ¡Al autobús! Y camino de Aranda. Y como éramos pocos tampoco era cuestión de esparcirse. Repetimos en el Lagar de Isilla (restaurante) en la zona peatonal de Aranda de Duero. Pedazo de tapas y más vino (para los asistentes) (para mí agüita con gas). Pasamos un rato realmente agradable. Pero se nos echaba encima la visita guiada que nos organizaba la Oficina de Turismo de Aranda de Duero. Y como estábamos en El Lagar de Isilla, ¿Cómo no ver la bodega subterránea que hay debajo? Por muchas veces que la vea no me deja de sorprender.

Y hale! A la Oficina de Turismo. Pues la visita no tiene desperdicio. Tienen un centro debajo de sus dependencias que uno no puede perderse, en la que se puede entender perfectamente cómo era Aranda de Duero hace uno o varios siglos y cómo se trabajaba el vino. Y nos llevan a ver una de las bodegas subterráneas al lado de la catedral (impresionante catedral).  Pero qué bien organizada tienen la bodega!!! Es una gozada.

Y entramos en una tienda anexa tremendamente bien montada con unasala para catas muy maja y muy funcional. Cuando recupere la tarjeta que me entregó lo`pondré en este post, porque la tienda merece una visita si se está en Aranda  con una persona al frente (Sandra), muy dispuesta.

Pues acabamos. Y como teníamos algo de tiempo nos tomamos algo en la plaza de Aranda de Duero.

Y venga, de vuelta a la furgoneta. Oye!!!  Que se me duermen en cuanto empieza a anochecer alguno! No me extraña. Con el tute que les he metido y el vino que se han tomado. Y es que esa siestecilla de pocos o muchos minutos es otro de los atractivos de la visita.

¿Que si corrimos? Un montón. ¿Que si disfrutamos? Yo, al menos cantidad. Pero es que viene una gente tan increíble, con unas ganas de pasárselo bien y relacionarse que te caes de espaldas.

¿La próxima? ¿Qué tal dentro de 15 días?

Abrazos.

Este post en winebus.es El Winebus en El Lagar de Isilla y Aranda de Duero (25 de febrero)

¿Qué ocurre en el Winebus?What does happen in the winebus?

Ocurre que viene gente superentusiasmada de salir de Madrid, de no tener que conducir, de poder conocer bodegas con encanto con una historia apasionante detrás. De…

Y además de visitar la Bodega, tomamos unos vinos que nos quitan el hipo. Esos vinos que tomamos en realidad están buenos se tomen donde se tomen. Pero si se toman en la bodega donde fueron concebidos; si son explicados por sus propios creadores; si vemos las instalaciones de donde salen; si entramos en los pequeños detalles que hacen de  esos vinos algo único; es entonces cuando esos vinos se elevan por encima de los demás. Y esas personas que vienen al winebus entienden, sin la necesidad de ser expertos, que están delante de una experiencia única. En ese momento esos vinos saben a gloria.

Ver crónicas de visita a Bodega El Lagar de Isilla y Aranda , fotos

Ver crónicas de Bodega Finca La Estacada y Chinchón, fotos

Pero no son solo las bodegas que visitamos. Son las tapas que comemos, los edificios, ciudades, pueblos, viñedos que visitamos y la convivencia que se genera entre los distintos componentes de la excursión, que hace que los participantes pasen de estar ilusionados por la jornada que se presenta a estar encantados con la jornada vivida.

Nos hemos reído y hemos disfrutado mucho en estas estas excursiones. O eso me ha ocurrido al menos a mí.

Pero el mérito no está en mí. Está en los que se apuntan. Cada uno pone su granito de arena para que las jornadas en el winebus se conviertan en algo inolvidable. Mi labor se limita tan solo a reunir unos pocos ingredientes que tenemos muy cerca de donde vivimos que nos dan vidilla y nos empujan a que salga lo mejor de cada uno nosotros.

Eso es lo que veo en los semblantes de laspersonas que se suben al autobús, y eso es lo que veo cuando acabamos. ¿Soy un exagerado? ¿Soy objetivo? No sé si soy exagerado. Lo que sí creo que soy es apasionado. Me apasiona pasármelo bien. Me apasiona compartir jornadas con gente tan apasionada como yo.

Así es cómo suben: con ilusión, buen rollo y ganas de pasárselo bien.

Así acaban. Con una sonrisa de oreja a oreja. Disfrutando del entorno y del resto del grupo.

¿Y tú? ¿Qué es lo que ves en sus caras? ¿Te apuntas a la próxima? Es el próximo sábado 10 de marzo en Bodega Qubel, en Pozuelo del Rey (35kms de Madrid), y es comiendo tapas o lechazo en Chinchón y visitando las Cuevas del Vino y la famosísima plaza de Chinchón.

¿Te apuntas? Te espero. Para reservar tus tickets en ticketea «El Winebus se va a Bodega Qubel«. También puedes comprarlas en Utopicus (C/ Conceción Jerónima 22, Madrid, preguntar por Ignacio Segovia) telef 630 099 630 o escribir a igsegma@gmail.com

Hasta pronto.

Este post en winebus.es: ¿Qué ocurre en el Winebus?It happens that people who comes are enthusiastic for getting out of town, not having to drive  of visiting wineries with charm and a wonderful history behind, of…

And besides visiting the winery they can drink marvellous wines, these wines that are pretty good no matter where you drink them, but if you taste them on the same place that were created, if they are explained by the own winemaker, if we see at the same time the facilities where they are produced, if we get in to the little details that make those wines something unique. This it is when these wines are much higher level than others. And these people who come to the winebus understand with no need of being experts that they are in front of an unique experience. At this moment these wine taste glorious.

But it is not only the wineries we visit the tapas we eat, the buildings, cities, villages, vineyards that we visit and the relationship that generates among all the visitors that make the participants pass to be ilusionated for the trip for the day to come to be fully satisfied at the end of the day.

We have laughed and we have enjoyed  a lot on these trips. Or this has appended to me.

But I did not do anything special. The merit is on them. On the people who decide to come. Everyone pushes a little bit  for the journey becomes something unforgetablle. My task consists just in mixing some ingredients that we have not far from Nadrid that make us be happy and pushes us to take from us the best we have.

And this is what I see on the faces when we begin. And these are the faces when we finish. Am an exagerating person? Am I objective? I don’t know. What I do know is that I am passionate of having fun. I am passionate of sharing my time with people as passionate as myself.

See how they get in with illusion, happy and looking to have a nice day.

Look how they finish. With a wide and satisfied smile. Enjoying the environment and of the rest of the group

And what about you? What do you see in their faces? Do you join us on the next?

This post in winebus.es (In Spanish): ¿Qué ocurre en el Winebus?

 

 

 

 

El Winebus se va de nuevo a Bodega El Lagar de Isilla y Aranda de Duero el sábado 25 de febrero.

En la Sala de Barricas de El Lagar de Isilla

Hola de nuevo. Parece ser que el Winebus está gustando. Y además nos piden repetir bodega y lugar para comer.

Para saber lo que ocurre en nuestras excursiones con el Winebus pinchar aquí:
De cuando las cosas se preparan bien, salen mejor 
El Winebus en Bodega Finca La Estacada Y Chinchón
¿Y la gente? ¿Se lo pasa bien? Juzgad vosotros mismos.
Video de Viaje de vuelta de Aranda.
Fotos del anterior viaje a Aranda de Duero 
Fotos del anterior viaje a Finca La Estacada y Chinchón

Pues que vuestros deseos se vean cumplidos.

Repetimos El lagar de Isilla. En ella tendremos la oportunidad de conocer a fondo la Bodega a través de la visita a la misma, y al final de la misma, degustar 3 vinos: El Vino tinto El Lagar de Isilla joven, Vino tinto El lagar de Isilla Roble 5 meses en barrica y Vino tinto El Lagar de Isilla Crianza.

En cuanto acabemos nos vamos pitando para Aranda para comer tapas en los más de 45 mesones que hay en en el centro de Aranda de Duero. Existe también la opción de tomar un lechazo. Ir a Aranda de Duero y tomar un lechazo es algo parecido como ir al cielo.

Posteriormente tenemos la posibilidad de realizar una visita guiada (a través de la Oficina de Turismo de Aranda de Duero), a una de las Bodegas subterráneas  que existen en el subsuelo de Aranda de Duero y que tienen una historia apasionante.

Tomando tapas en el Restaurante El Lagar de Isilla

Si quieres disfrutar de un día fuera de Madrid para visitar una Bodega, degustar buenos vinos, comer buenas tapas o un lechazo, conocer el pasado de Aranda y estar en contacto con gente que lo único que quieren es pasárselo bien en contacto con otra gente, sin tener además que conducir, este es tu viaje, apúntate.

El horario sería:

11h, salida de Madrid (Plaza de Castilla)

13,30h Visita Bodega EL Lagar de Isilla y degustación.

15,10 horas De tapas o comiendo lechazo por Aranda de Duero

17h Visita Guiada de Bodegas subterráneas de Aranda de Duero

18h Salida del autobús hacia Madrid

20h Llegada a Plaza de Castilla

El precio del viaje es de 29,5 euros, con un recargo de 5 euros para aquellos que se quieran a apuntar a partir del jueves 23 de febrero. ¿Por qué un recargo? Porque los autobuses y las bodegas valoran mucho la reserva con antelación. En este precio no están incluidas las tapas ni el lechazo. Comer de tapas con vino puede salir por entre 15 y 20 euros adicionales. Sentarse a comer, a partir de los 25 euros, y si tomas lechazo, alrededor de los 35.

Este es el país de la improvisación, en el que se toman las decisiones en el último momento. El precio del Winebus puede ser así de competitivo si se reservan las plazas con tiempo.

¿Tienes mejor plan? Anímate.

Este evento en Facebook: El Winebus se va a El Lagar de Isilla, el sábado 25 de febrero

Para comprar las entradas o directamente a Ignacio Segovia en Utopicus (C/ Concepción Jerónima 22, Madrid) o por Ticketea http://www.ticketea.com/el-winebus-de-nuevo-en-el-lagar-de-isilla-y-aranda-de-duero

De cuando las cosa se preparan bien, salen mejor.

Depósitos de fermentación al aire libre

Sábado 11 de  Febrero 10:30 de la mañana, un café en el cuerpo, la nariz muy  fría pero ilusionados y con ganas de pasarlo bien, pues el día soleado nos  auguraba  una gran jornada de vinos y visiteo.

A las 10:40 ya estamos todos, 19 valientes incluyendo nuestro piloto y con Ignacio como maestro de ceremonias. Arrancamos porla A3, y comienzan las presentaciones, tenemos 85Km por delante para ir rompiendo el hielo, la calefacción del microbús, también pone de su parte.

A mitad de camino ya somos y ejercemos como un grupo, han comenzado las  risas, las preguntas sobre  los vinos y la comida, circulando información de la  bodega y el pueblo de Chinchon. A eso de las 11:45 ponemos los pies en el suelo  rumbo al bar del Restaurante-Bodega- Spa-Hotel Fincala Estacada, la primera impresión: nuevo, amplio, un rápido paso por el baño y a las 12 horas, con puntualidad británica, la  responsable de  enoturismo (una chica joven de discurso muy eficaz) nos reúne a todos en la entrada, en torno a un viñedo muy bien cuidado y podado en espaldera, representativo, según sus palabras, de lo que podríamos ver a lo largo de sus 278Ha

Las instalaciones están cuidadas y  pensadas y  al milímetro, en un concepto de estancia todo incluido, Causa sorpresa en el grupo la presencia de los depósitos de fermentación en el exterior y no en las naves, tras la explicación oportuna sobre el diseño, a mi me queda la duda de donde se encuentran las prensas que se usan en el descube de los tintos?…………………….

Durante la cata

La visita está siendo amena, a pesar del viento que se empeña en tersarnos la piel; foto por aquí, foto por allá y en un momento nos encontramos dentro de la nave, junto a los depósitos que albergan el vino casi terminado. Una vez conocidos los pormenores de las distintas elaboraciones, entramos en la sala de crianza, sencillamente espectacular, emborrachándonos de aromas de madera nueva: cocos vainillas, tabacos y torrefactos, resultado del buen tostado de maderas francesas y americanas y que han conseguido excitar aún más las ganas de degustar buen vino. Tras cientos y cientos de barricas pasamos a la sala audiovisual y de autoconocimiento, donde hacemos un resumen, en imágenes, de todo lo explicado hasta el momento por nuestra anfitriona, siendo aquí donde reforzamos la opinión de que esta bodega tiene algo de especial!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Rematamos la visita en el túnel de los aromas y descubriendo las bondades y diferencias entre la madera americana y francesa y apreciando como, del alcornoque,  pueden salir los maravillosos tapones de corcho que pondrá fin a una elaboración muy cuidada.

Por fin llega el esperado momento de la cata, en primer lugar: Finca La Estacada Blanco, vino brillante de un color amarillo pajizo con marcadas notas verdes, de aromas frescos de fruta madura, armónico en boca, graso y sedoso de paso agradable, acidez bien ensamblada y ciertas notas amargas en cada garganta. Continuamos con un tinto de 12 meses en barrica, presentándose como un vino limpio de color cereza, de capa media y que destapa aromas tostados de madera nueva y ciruelas compotadas.En boca es cálido, licoroso  y ciertamente tánico, con muchos recuerdos de fruta y tostados( café tofes…)

Casi dos horas después de comenzar, prácticamente nos tiene que echar, el vino ha eliminado la vergüenza y el ambiente de la sala propone un debate de larga sobremesa.

En las Cuevas del Vino de Chinchón

Después de un obligado paso por la tienda (tenéis que probar La Estacada Shyrah Merlot)  ponemos rumbo a silenciar el estómago, pues el hambre comienza ha hacer mella y la llegada a Chinchón se presenta como solución a la flojera de piernas y al mareo que comienza a recorrer alguna que otra cabeza .Pero ayyyyyyyyyyyy amigos nada mas lejos de la realidad, la visita a las Cuevas del Vino, después de intentar seguir a Ignacio por aquella cuesta inacabable, no hace sino fomentar que corran los ríos y ríos de vino tinto, disfrazados de frascas de cristal donde el premio siempre estaba en el fondo, y que acompañaban, cada vez mejor, con magníficas tapas made in Spain.

El color del grupo a las 16:30 es uniforme, no entiende de nacionalidades y tras un digestivo chupinazo de buen chinchón encaramos la misma cuesta, que antes nos pareció el mismísimo Alto de Los Leones, pero esta vez en busca de sol y café en compañía de  una de las más bonitas plazas de este país.

En la Plaza de Chinchón

Conseguimos comprar unos dulces típicos y, no sin esfuerzo, regresar al bus, casi, a la hora pactada. El regreso estuvo plagado de infinitos chistes de dudosa valía que consiguieron sacar nuestras más sinceras sonrisas .La despedida, a pie del autobús, termina con la promesa de seguirnos a través de las redes sociales y en este mismo blog y da por finalizada una jornada que tendrá su continuación en la tercera salida del WINEBUS………Verdad, Ignacio??????????????

Un saludo

Winetalker

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Visita a Bodega Finca La Estacada

Viene de El Winebus en Bodega Finca La Estacada y Chinchón

Visitando el viñedo de Bodega Finca La Estacada

¿Cómo fue la visita a Bodega? Pues fantástica. Unas instalaciones modernas tremendamente bien pensadas, con una responsable de Enoturismo, que conoce tremendamente bien sus productos su bodega y que dispone de un atractivo y didáctico discurso.

En la visita a Bodega éramos casi 50. La visita duró más de hora y media y entramos bastante al detalle en cada uno de los pasos para conseguir los vinos que Finca La Estacada elabora.

Visita a Bodega Finca La Estacada

Si hay que distinguir en esta bodega respecto de otras que he realizado, es el perfecto estado en el que tienen las instalaciones, que parte de la visita consista en visitar el viñedo, que es donde nace todo, que una parte de los fermentadores se encuentren al aire libre, sin estar bajo techo, el perfecto y estudiado discurso de la responsable de enoturismo, la elegante presentación de la sala de barricas, la original sala de cine (por su disposición) en la que nos deleitaron con un muy interesante, ameno y cercano video cuyo contenido era un resumen de 5 minutos de la visita a Bodega.

Sala de Cine de Bodega Finca La Estacada

En esta sala habían dispuestos diversos elementos que pretenden ayudar al visitante a distinguir los distintos aromas que se pueden encontrar en los distintos vinos, y a entender cuál es diferencia entre la utilización en las barricas del roble francés y americano y el por qué del superior coste del francés.

Por último nos deleitaron con una cuidada degustación de dos de sus vinos. El Finca La Estacada Blanco 2011 (llama la atención, su color azul) y el Finca La Estacada 12 meses en barrica.

Degustación con la sala de barricas detrás

Por fin, una atractiva sala de catas. (Y es que es siempre atractivo ver desde la sala de catas la sala de barricas a través de cristaleras). Y para finalizar, una atractiva tienda donde poder comprar los vinos degustados.

En Finca La Estacada la oferta es mucho más diversa. Parece ser que se come de fábula, con una buena relación precio calidad, disponen de un atractivo hotel, de pistas de paddle (Yo juego al paddle, y eso para mí es un punto positivo), de un centro de Vinoterapia, etc, todo esto es un incentivo para que yo vuelva a conocer Bodega Finca La Estacada de otra manera.

Más fotos sobre visita a la Bodega Finca la Estacada

Te sugiero seguir leyendo lo que pasó durante la jornada del winebus. Pincha aquí.