Finca Río Negro. Una bodega entre la naturaleza.

Finca Río Negro

Tal vez sea el ambiente privilegiado en el que se encuentran sus viñedos, rodeados de bosques de robles, encinas, pinares y monte bajo, o el hecho de que la finca esté situada sobre un pueblo que antiguamente vivió de la viticultura sean las causas por las que esta bodega se preocupe tanto por la calidad de la uva.

Ubicada en Cogolludo, provincia de Guadalajara, y cercana a la Sierra de Ayllón, este pago tiene 32 hectáreas de viña situadas a más de 1000 metros de altura. Esta situación extraordinaria y la cercanía con el Sistema Central, dan a sus vinos una personalidad propia.

El esmero en el cuidado de la uva es una de sus máximas, de ahí que toda la producción que se emplea en la elaboración de vino proceda exclusivamente de las tierras que son propiedad de Finca Rio Negro, así aseguran un control absoluto de su producto. Se realizan podas en verde, se evita siempre que es posible el uso de sustancias químicas y la recogida de los racimos es manual, haciendo posible la selección de las uvas más aptas una vez que se proceda a vendimiar. Además, la cercanía de las viñas a la bodega hace que las alteraciones producidas por las oxidaciones del mosto sean mínimas.

Las condiciones a las que están sometidas las cepas son diferentes a las de las mesetas contiguas. Aunque el clima de la zona es continental, caracterizado por veranos muy calientes, inviernos muy fríos y escasas precipitaciones, la altitud hace que las vides se encuentren expuestas a un microclima diferente: los veranos son menos calurosos y las noches estivales más frescas. De esta manera la diferencia térmica durante la época de maduración de la uva es menor, lo que favorece un proceso más lento, muy positivo para la uva. Además, la cercanía con la sierra hace que la precipitación anual registrada sea mayor a la de las mesetas adyacentes.

La bodega de elaboración busca minimizar el impacto visual que pueda causar un edificio de carácter industrial en este hermoso paisaje. Por ello se ha construido en pizarra, material característico las construcciones rurales de la zona

Este es el siguiente destino del Winebus, una bodega rodeada de viñedos, encinas y pinares desde la que se puede observar la sierra de Ayllón, en la cuál sobresalen el pico del Lobo y Ocejón. Tampoco es extraño encontrarse, paseando por la finca, gran variedad de animales salvajes como los jabalíes, ciervos y corzos.

Estaremos con el Winebus en Finca Río Negro el sábado

El Winebus viaja a Navalcarnero

(Este post es continuación de: Bodega Andrés Díaz: La fidelidad a la tradición. )

Además de la visita a la bodega Andrés Díaz, el Winebus también hará parada en la Villa Real de Navalcarnero, situada al suroeste de la Comunidad de Madrid, a unos 30 Km de la capital. Parece que está ciudad está pensada para hacer disfrutar al visitante. Reúne las características idóneas para pasar un día memorable: historia, belleza arquitectónica y gastronomía.

Historia.

En el pueblo han tenido lugar importantes sucesos. En 1649 contrajeron allí matrimonio el Rey Felipe IV y Mariana de Austria, padres del futuro monarca Carlos II. También sus habitantes fueron protagonistas de los levantamientos contra los franceses en la Guerra de la Independencia.

Arquitectura.

Paseando por el pueblo, hay lugares especiales que captan rápidamente nuestra atención. La plaza de Segovia, recinto porticado construido en los siglos XVI y XVII, cuyo nombre alude a su antigua vinculación con la ciudad castellana. Rehabilitada recientemente, tiene una estructura singular, dominada por portales y balcones de madera y cristal. Todo el conjunto está pensado para que el resultado sea elegante y sobrio. Incluso los carteles de los comercios guardan una rotulación discreta para preservar la personalidad del conjunto arquitectónico. También desde la plaza se puede observar la iglesia renacentista de Nuestra señora de la Asunción, construida a principios del siglo XVI. El interior del edificio es de estilo barroco del siglo XVII y allí tuvo lugar la boda de Felipe IV. Ambos edificios, plaza e iglesia, forman un conjunto histórico declarado bien de interés cultural.

Todo esto unido a los vestigios de arquitectura barroca que se pueden apreciar en la localidad, hacen que la visita al casco urbano sea muy recomendable.

Gastronomía.

Son conocidos internacionalmente los productos típicos de la gastronomía de Navalcarnero. No se puede pasar por allí sin probar su queso de oveja, los productos de su huerta ni por supuesto sus vinos. En la cocina de Navalcarnero se mantienen los platos castellanos tradicionales como la Olla del segador, una variante del cocido madrileño con el que se alimentaba antiguamente a los agricultores que segaban el trigo. El ingrediente principal de este plato son los garbanzos de Navalcarnero.

Y por supuesto, además de la visita a la Bodega Andrés Díaz, el Winebus hará escala en este bello municipio, donde podremos conocer estas y otras maravillas y degustar su exquisitos platos. ¿No es una estupenda manera de acabar el día?.

Nos vamos este sábado 15 de septiembre.

Bodega Andrés Díaz: La fidelidad a la tradición.

La bodega que visitaremos se encuentra situada en el municipio de Navalcarnero, localidad situada a 35 km del suroeste de Madrid y que destaca por sus grandes vinos, los cuales son reconocidos a nivel internacional.

Mucho ha cambiado la bodega desde que Francisco Díaz Blanco la construyese. Al principio se trataba de una humilde bodega enterrada para conseguir de manera natural las condiciones óptimas de elaboración y crianza de vino que ahora buscan con tecnología las bodegas modernas: lobreguez, mantenimiento de la misma temperatura y humedad y ventilación natural. Este lugar ya no se utiliza, pero aún se conserva.

Con el paso de los años, las sucesivas generaciones fueron modernizando las instalaciones y también la comercialización, los vehículos a motor sustituyeron a los carros tirados por mulas con los que se hacía el reparto de vino a la capital antiguamente.

Algunas cosas por tanto han cambiado, pero otras han permanecido inmutables. La bodega conserva su nombre por Andrés Díaz Rodríguez, hijo del fundador,y en la elaboración de sus vinos se mantiene la filosofía de antaño. Los caldos de la bodega Andrés Díaz quieren ser fieles a la tierra en la que nacen, por eso la elaboración es tan cuidadosa y tan cercana a la tradicional. La fermentación de los vinos es totalmente natural, no se añaden levaduras, únicamente se espera a que las levaduras de las uvas la inicien de manera espontánea. El depósito en el que el azúcar se transforma en alcohol sigue siendo del mismo material que hace más de un siglo: el cemento, pero adaptado a los tiempos modernos. El proceso de clarificación, por el cual se eliminan sustancias indeseables del vino, es también el más delicado posible, la clara de huevo .De esta manera se huye de otras sustancias artificiales mucho más agresivas y se respeta al máximo lo que nos ha dado la tierra.

Una mezcla de tradición y modernidad es lo que nos ofrece la bodega que el Winebus visita el este sábado.  Tradición porque la filosofía de esta bodega permanece inmutable desde el siglo XVIII, y modernidad porque ha sabido aunar las tecnologías más modernas para poder ser siendo fieles a su ideario.

¿A qué esperas para subirte al Winebus y conocer este lugar único? ¿Te vas a perder uno de los últimos ejemplos de bodega urbana? (para conocer la propuesta del Winebus pinchar aquí)

Este post continúa en : El Winebus viaja a Navalcarnero

El Winebus con el viticultor que se fue al polo a estudiar el cambio climático

El winebus está que se sale.

Este sábado 28 Julio visita a una pareja de bodegueros muy especiales de quienes ya hemos hablado aquí en más de una ocasión. Se trata de Carlos Gosálbez y de Estrella Orti de Bodegas Gosálbez Orti. Y vamos a verles después del viaje en avioneta de Carlos al polo (hay que echarle valor, irse en avioneta), Canadá y Alaska, para comprobar los efectos que provoca el cambio climático. La aventura está contada maravillosamente en el blog de 20Minutos http://blogs.20minutos.es/artik/ , pero creo que es infinitamente más emocionante si lo oímos de boca de uno de sus dos protagonistas.

Si te quieres apuntar entra aquí. El Winebus en Bodega Qubel y a cenar a Chinchón el sábado 28 de Julio Y dínoslo cuanto antes a ver si hay sitio aún.

 Hasta pronto

El winebus está que se sale.

Este sábado 28 Julio visita a una pareja de bodegueros muy especiales de quienes ya hemos hablado aquí en más de una ocasión. Se trata de Carlos Gosálbez y de Estrella Orti de Bodegas Gosálbez Orti. Y vamos a verles después del viaje en avioneta de Carlos al polo (hay que echarle valor, irse en avioneta), Canadá y Alaska, para comprobar los efectos que provoca el cambio climático. La aventura está contada maravillosamente en el blog de 20Minutos http://blogs.20minutos.es/artik/ , pero creo que es infinitamente más emocionante si lo oímos de boca de uno de sus dos protagonistas.

Si te quieres apuntar entra aquí. El Winebus en Bodega Qubel y a cenar a Chinchón el sábado 28 de Julio Y dínoslo cuanto antes a ver si hay sitio aún.

 Hasta pronto

Este sábado 12 el winebus se va a Finca La Estacada y Chinchón

Bodega Finca la Estacada

Precio de la excursión desde 90 euros (menos el 50% por compra vía web)= 45 euros (Coste adicional comida de tapas) . Para pagar por transferencia poner un mail a igsegma@gmail.com o llamar al telef 630 099 630

Bodegas Finca la Estacada. Estuvimos ya allí el 11 de febrero. Se encuentran a 85 kms de Madrid.

Allí nos dirigimos un buen grupito y nos lo pasamos pipa.

Este próximo sábado repetimos.

La jornada consiste en llegar a Finca La Estacada que está al lado de Tarancón (85 kms de Madrid) por la Nacional 3, carrretera de Valencia.

Bodega Finca la Estacada si en algo destaca es precisamente en lo cuidada que tienen su visita a bodega.

Todas las mañanas cuando me levanto escuchando Onda Cero, escucho una cuña proponiendo la visita a sus instalaciones. Y cuand uno llega no queda defraudado. Si algo tiene esta bodega es una muy completa oferta enoturística.

Chinchón

Y después de la visita a Bodega nos vamos a Chinchón. En Chinchón proponemos visitar las Cuevas del Vino. Las Cuevas del Vino son unas cuevas declaradas de interés histórico que son una auténtica pasada. Tenemos también la posibilidad de visitar el museo de pintura del famoso pintor Ulpiano Checa, una preciosidad de museo en Colmenar de Oreja ( a 7 kms de Chinchón)

¿Pero sabéis lo que pasa cuando vamos a Chicnhón? Que tomarse tapas en esas terrazas es una auténtica pasada y si hace solecito uno se queda como los caracoles y dice que ni Cuevas ni Ulpiano Checa. Bueno, eso es  lo que hay programado y si luego la gente no quiere mover una ceja… El winebus es lo que quieran los winebuseros. Pueden decidir hacer una jornada muy completa, o simplemente decidir quedarse tomando el sol en la marivillosa plaza de forma irrelular e irreproducible.

Es curioso lo que pasa con el sol en sesa plaza. Uno lo ve y está obligado, materialmente a sentarse en una de sus terrazas con ese sol. Pero en cuanto se hace la sombra la gente se levamta a los 5 minutos. Pero amigos, los días van creciendo y cada vez son más largos.

Veniros si queréis tenr una experiencia única. No es lo mismo ir con winebuseros que por vuestra cuenta. No digo que sea mejor (bueno, lo digo ¡¡¡qué narices!!!)

Cierre en Chinchón

Este es el programa:

10,45 h  Salida: Plaza del Conde de Casal (Delante del Hotel Claridge)

12 h Visita a Bodega y degustación

13,45 h Fin de la degustación, salida a Chinchón

14,25 h (Comer tapas en la plaza de Chinchón)

16 h Recorrido  a pie por Chinchón, (con o sin
guía en función del número de personas)

Estimado 16,45 h Visita de las Cuevas del Vino

17,45 h Visita del museo de Ulpiano Checa (opcional en función del sol reinante en la plaza de Chinchón).

18,35 h salida hacia Madrid

19,45 h Llegada a Madrid a Plaza del Conde de Casal.