Tal vez sea el ambiente privilegiado en el que se encuentran sus viñedos, rodeados de bosques de robles, encinas, pinares y monte bajo, o el hecho de que la finca esté situada sobre un pueblo que antiguamente vivió de la viticultura sean las causas por las que esta bodega se preocupe tanto por la calidad de la uva.
Ubicada en Cogolludo, provincia de Guadalajara, y cercana a la Sierra de Ayllón, este pago tiene 32 hectáreas de viña situadas a más de 1000 metros de altura. Esta situación extraordinaria y la cercanía con el Sistema Central, dan a sus vinos una personalidad propia.
El esmero en el cuidado de la uva es una de sus máximas, de ahí que toda la producción que se emplea en la elaboración de vino proceda exclusivamente de las tierras que son propiedad de Finca Rio Negro, así aseguran un control absoluto de su producto. Se realizan podas en verde, se evita siempre que es posible el uso de sustancias químicas y la recogida de los racimos es manual, haciendo posible la selección de las uvas más aptas una vez que se proceda a vendimiar. Además, la cercanía de las viñas a la bodega hace que las alteraciones producidas por las oxidaciones del mosto sean mínimas.
Las condiciones a las que están sometidas las cepas son diferentes a las de las mesetas contiguas. Aunque el clima de la zona es continental, caracterizado por veranos muy calientes, inviernos muy fríos y escasas precipitaciones, la altitud hace que las vides se encuentren expuestas a un microclima diferente: los veranos son menos calurosos y las noches estivales más frescas. De esta manera la diferencia térmica durante la época de maduración de la uva es menor, lo que favorece un proceso más lento, muy positivo para la uva. Además, la cercanía con la sierra hace que la precipitación anual registrada sea mayor a la de las mesetas adyacentes.
La bodega de elaboración busca minimizar el impacto visual que pueda causar un edificio de carácter industrial en este hermoso paisaje. Por ello se ha construido en pizarra, material característico las construcciones rurales de la zona
Este es el siguiente destino del Winebus, una bodega rodeada de viñedos, encinas y pinares desde la que se puede observar la sierra de Ayllón, en la cuál sobresalen el pico del Lobo y Ocejón. Tampoco es extraño encontrarse, paseando por la finca, gran variedad de animales salvajes como los jabalíes, ciervos y corzos.