Herdade do Esporao, Alentejo, Portugal. Una visita a Bodega memorable.

Panorámica desde zona social de Bodega

La visita a Bodega es algo no convenientemente llevado a mi criterio por un buen número de bodegas españolas.

¿Sabemos qué características tiene el visitante de nuestra bodega? ¿Es un mero interesado en el mundo del vino, un posible comprador, un pequeño o importante prescriptor? ¿No deberíamos tener algún mecanismo para identificar quien nos visita para darle la información y el trato adecuados? En función de sus características la bodega tiene una muy buena oportunidad para enseñar de forma profesional sus instalaciones y realzar la imagen de marca de su bodega y de sus productos.

Recientemente, y con motivo del EWBC tuve la oportunidad de visitar Herdade do Esporao en Alentejo.

Esta bodega tiene unas instalaciones diseñadas con un gusto exquisito de las que estoy seguro se sienten sus responsables tremendamente orgullosos. Están situadas en un entorno maravilloso

He visto otras bodegas con unas instalaciones tan buenas como éstas aunque tienen un punto en su diseño bastante original. En ellas se muestra personalidad, profesionalidad, modernidad, eficiencia, elegancia, control exhaustivo del proceso. He visto restaurantes tan buenos como éste aunque éste es uno de los mejores que he visto en una bodega en la península ibérica. Lo que no he visto en tantas ocasiones son bodegas enclavadas en un entorno tan atractivo. Tuvimos la oportunidad de ver las maravillosas vistas que se contemplan antes de pasar al restaurante. Y lo que realmente les diferencia de cualquier otra bodega es la preparación, formación y dedicación del personal encargado de acompañarnos en nuestra visita a la Bodega. Este hombre empezó a estar pendiente de nosotros desde que nos sentamos a la mesa para comer.

Sala de Barricas

El restaurante está perfectamente integrado en el resto de instalaciones y es tremendamente elegante y de primer nivel. Cada plato que nos servían venía acompañado de un vino de la Bodega que complementaba perfectamente. Y según nos servían venía el guía a explicarnos al detalle las características del vino que nos servían y cómo maridaba con la comida que nos ofrecían. Me llamó la atención, no solo la formación de este profesional (me dijeron que era sommelier profesional y que hablaba un perfecto inglés) sino la atención que nos prestaba.

Esta misma persona nos acompañó posteriormente a visitar sus instalaciones, y volvió a dar las oportunas explicaciones.

¿Cómo eran las instalaciones? Modélicas, elegantes, modernas, eficientes.

¿Eso genera imagen de marca? Clarísimamente sí.

Nuestro grupo estaba constituido por bloggers de distintos países que escriben sobre vino. Pregunté si nos estaban dando un servicio especial por el hecho de ser bloggers y me dijeron que no.

Si era un trato especial felicito a la Bodega por esa especial sensibilidad en tratar a los bloggers de forma especial, por la repercusión que va a tener lo que luego cuente cada uno en sus medios.

Si no era un trato especial, les doy la enhorabuena aún más porque han entendido perfectamente la fuerza que tiene organizar la visita a Bodega como herramienta de primer nivel en la estrategia de Relaciones Públicas de la Bodega. Porque hacer esto supone un esfuerzo de organización y económico para la misma. Pero estoy seguro que están obteniendo un fantástico retorno a la inversión. Me da la impresión de que el restaurante es rentable “per se” y porque cada persona que visite sus instalaciones no puede hablar más que maravillas de sus instalaciones.

Estoy convencido de que esta bodega con el uso de esta herramienta le va mucho mejor que sus competidores, simplemente por el uso tan exquisito que hacen de este tipo de comunicación.
 

Visita a Bodegas Vicente Gandía y visita a Cuenca (2)

Viene de: Visita a Bodegas Vicente Gandía y visita a Cuenca (1)

Casas colgadas de Cuenca de noche

Casas colgadas de Cuenca de noche

Lo que sí hicimos y me alegro de ello es haberme acercado a la vuelta a conocer Cuenca. Yo, supuestamente conocía Cuenca con el colegio con 16 años, pero con 16 años era un chaval que había dormido poco el día anterior y prácticamente ni me bajé del autobús. Tenía por ello una idea muy limitada sobre lo que era Cuenca.

Había conseguido una oferta de estancia en el Parador irrechazable. Y tuve la suerte de llegar a Cuenca de noche.

Si llegas a Cuenca oscureciendo en una noche clara, te espera un panorama fastuoso.

Tuve la impresión de encontrarme con el espectáculo más maravilloso del mundo. No hay nada como no tener expectativas. Reconozco que esa expresión (espectáculo más maravilloso del mundo) lo he usado en repetidas ocasiones en viajes, vinos, situaciones, etc. Y al expresarme así no trato de establecer un ranking, simplemente de expresar cómo me siento ante algo excepcional. Como soy yo el que lo percibo y soy yo el que lo disfruto, y como no me gano la vida ni como catador de vinos ni como guía turístico, me dejo llevar por esos impulsos en los que disfruto tanto. ¿De qué estamos hablando sino de emociones?

Fue una noche maravillosa, con mucha magia, y es que no hay nada como una bonita ciudad, inmaculadamente iluminada. Acompaño a este post diversas imágenes, que creo que difieren bastante de lo que recuerda mi memoria. Porque la realidad es muy superior a lo que ahí se muestra.

Al día siguiente nos metimos un desayuno fantástico (El parador no se queda atrás en cuanto a atractivo). Y nos fuimos a ver la ciudad de día. El efecto que provocó en mí ya no fue el de la noche, pero creo que nunca podré olvidar lo que vi la noche anterior. Y es que no hay nada como la primera impresión para cualquier cosa. Si hacéis lo que yo, acercaos a Cuenca y hacedlo por primera vez de noche, porque recordaréis lo mismo que yo me llevo.

Carta de desayuno del Parador

Carta de desayuno del Parador

Nos fuimos después a ver la “Ciudad Encantada que está a 30 kms. No está nada mal y es un panorama distinto y complementario a la experiencia del día anterior (visita a Bodega, Cuenca, etc)

Yo si fuera el responsable de Marketing de Bodegas Vicente Gandía me plantearía hacer un tour conjunto, consiguiendo un buen precio en el Parador y acercando la bodega a los visitantes de Madrid.

La Ciudad Encantada

La Ciudad Encantada

Visita a Bodegas Vicente Gandía y visita a Cuenca (1)

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Sala de elaboración de Bodegas Vicente Gandía

Sala de elaboración de Bodegas Vicente Gandía

Para llegar a las Bodegas de Vicente Gandía hay que hacerse 280 kilómetros desde Madrid. Me organicé por ello un viaje que justificara ese kilometraje, y a fe que lo conseguí.

Decidí salir el mismo viernes por la noche, hacer noche en el mismo Utiel para visitar la Bodega primera hora de la mañana.

Varias cosas me han llamado la atención en la visita:

Según llegas a la Bodega te encuentras con la tienda. Está muy bien puesta, es muy elegante y profesional. La guía que va a hacer el tour por la bodega nos hace 3 preguntas. Nuestro código postal, que nivel de conocimiento tenemos del mundo del vino y a través de qué medio hemos sabido de esta Bodega y de que existía la visita a Bodega. Esto demuestra una sensibilidad por parte de la Bodega en conocer y ponerle cara y ojos a sus consumidores y visitantes. Las ventas de una Bodega son, o por lo menos deberían ser, antes o después, la suma de lo que compran todos sus clientes finales.  En el grupo que se formó me dió la sensación de que éramos los únicos visitantes de fuera de la Comunidad Valenciana.

Tienda de Bodegas Vicente Gandía

Tienda de Bodegas Vicente Gandía

Subimos a un trenecito y nos llevaron a recorrer los viñedos y el local en el que parece ser era el emplazamiento de la bodega antigua. Cada vez más bodegas te enseñan únicamente sus instalaciones sin mostrar el viñedo cuando todo parte de ahí.

Posteriormente fuimos a ver la nueva bodega. Pudimos ver allí las tolvas de recogida de la uva y la sala de elaboración. La maquinaria daba la sensación de ser de última generación. La guía nos corroboró ese dato aclarándonos que la bodega opera con únicamente ¡5 empleados!, que se ocupan tanto del trabajo en bodega como de la vendimia (mecánica). El propio enólogo parece que podría realizar gran parte de su trabajo por Internet. ¡Vaya con las nuevas tecnologías!. Parece que ahorran un montón de coste variable de elaboración.

Nos llevan por fin a la zona de barricas y lavado de las mismas. Hay que bajar una escalera bastante larga en la que aparecen los muchísimos premios que esta Bodega ha ido ganando en años. ¿Para qué gana premios si no es para aparte de sentirse orgulloso de ello mostrarlo a todo el que esté dispuesto a escuchar? Y llegamos a la sala de catas en la que nos ofrecen una degustación de alguno de sus vinos. Nos invitaron a un cava, un tinto reserva (Ceremonia 2004) y por fin un vino blanco de moscatel (Fustanova 2008), muy especial y muy barato por cierto. 
 
Hay otras bodegas en Utiel y Requena que merecen la pena ser visitadas, pero por diversas circunstancias no pudimos hacerlo.

Continuación en Visita a Bodegas Vicente Gandía y visita a Cuenca (2)

Solar de Samaniego. Cada vino tiene una historia. Cada historia tiene su vino. En elmundo.es

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Campaña de Solar de Samaniego en www.elmundo.es

Campaña de Solar de Samaniego en www.elmundo.es

Me gusta la acción de Solar de Samaniego insertada en http://www.elmundo.es/. Por su slogan que es tremendamente acertado. Porque sabe aprovechar el medio Internet. Porque aprovecha la interactividad del mismo para que todo el que quiera pueda participar en el concurso. Porque el incentivo de la campaña es el espíritu competitivo que todos nosotros, en mayor o menor grado llevamos dentro. Porque consigue que todo el que participe haga de voceador de la campaña que propone Solar de Samaniego. Por coger la url “http://www.historiasdevino.com/«. Y es que la url lo dice todo. Porque Solar de Samaniego seguro que tiene una bonita historia que contar (su página tiene muy buena pinta), pero va a tener la oportunidad de saber qué significa Solar de Samaniego para sus consumidores y/o para un grupo de escritores mayoritariamente aficionados. A eso se le llama participar en «la conversación». Porque logra diferenciarse del resto de bodegas. Porque…

Enhorabuena señores

Herrera en la Onda (Onda Cero) en Bodegas Juan Alcorta.

Herrera en la Onda en las Bodegas Juan Alcorta

Herrera en la Onda en las Bodegas Juan Alcorta

 

Hace un tiempo hablé de lo mucho que me gustó una acción promocional que hizo Bodegas Juan Alcorta hace unos meses. Bueno, pues estos señores no paran. Ayer tuvieron en sus bodegas a Herrera en la Onda. Siguen de forma clara el precepto prioritario en el Marketing del vino de diferenciarse, no solo en lo que cuentan, sino en cómo lo cuentan y los medios de comunicación que utilizan. 

 

Larga vida a los responsables de Marketing de Domecq.