Vino o pepinillos. Una buena idea monta el lío.

Pepino

Gracias a mi buen amigo Borja, que protagoniza un brillante blog difícil de definir reflexionesidiota.blogspot.com, tomo conocimiento del lío armado con el pepinillo. Resulta que se formó un grupo en facebook con el siguiente nombre y propósito: ¿Puede este pepinillo tener más fans que El canto del loco? (número uno en las listas musicales de éxitos, para el que no lo sepa)

En la foto aparecía el pepinillo. No, no era el Brad Pitt del mundo vegetal: era discreto y verde. Pues bien, por un lado tenemos al grupo El Canto del Loco. A saber: Una importante discográfica de apoyo, chicos guapos, según dicen buenas canciones, grupo de moda, Rock juvenil, propaganda en radio y tv, videos,… y por otro a un pepinillo. A saber: eso, un pepinillo (no da conciertos, no reivindica nada, no lleva camiseta ajustada).

En poco tiempo la gente se fue sumando a este grupo y el pepinillo consiguió superar en número de fans al Grupo El Canto del Loco, en Facebook. ¡Conseguido!
No se exactamente cuantos fans fueron necesarios ¿10.000? ¿100.000? ¿Importa eso?

La primera pregunta es qué objetivo tiene todo esto. Responderé de inmediato: no tengo ni la más remota idea. Y la verdad, no creo que sea lo más importante.

Lo que me interesa es la segunda pregunta:

¿Qué ha sido necesario para sumar miles de fans y obtener una cierta notoriedad?

a) Una persona que ha decidido hacer algo y dedicarle tiempo.
b) Nada de dinero (menos es difícil) y una buena idea.

¡Es una extraordinaria noticia para los que pensamos que podemos tener buenas ideas, pero estamos absolutamente convencidos (convencidos es poco, digamos más bien que es una gran certeza), de que no tenemos mucho dinero!

Pequeñas y medianas bodegas tienen en ocasiones buenos productos (a veces se les tiene tanto cariño que es hasta resulta difícil llamarlo “producto”, pero tratamos de posicionarlo y venderlo, por lo que llamémoslo así). Eso es lo difícil, y lo hacen ellos.

Ahora juntos podemos tener un buen vino y buenas ideas, ninguno disponemos de grandes cantidades de dinero. Somos la combinación perfecta ¡A por ello!