«Si la cosa funciona» aplicado al sector del vino.

Hace poco vi una película de Woody Allen que me encantó. La verdad es que trato de no perderme  ni una película de este hombre porque aunque no está haciendo obras maestras, tiene una especial manera de contar en imágenes lo que pasa por su cabeza. Y es increíble lo que pasa por su cabeza. Allen no es un gurú. La verdad es que la palabra gurú me está empezando a cansar. Creo que es bastante pretenciosa. Porque de alguna manera te viene a contar que lo saben todo sobre algo. No me interesan las personas que lo saben todo. Me interesan las personas que no paran de aprender, sabiendo mucho o poco de un determinado tema. Esa es una de las cosas de las que habla Allen en las películas. Habla en realidad de que no hay gurús, y cuidado con ellos. Lo que hay son personas que van experimentando con cosas, no probadas anteriormente, y que pueden ser válidas si a uno le funcionan.

El título en castellano de su última película es precisamente “Si la cosa funciona”. En ella Allen nos lleva a situaciones un tanto rocambolescas que vienen a decir eso, que valen si a uno le funcionan.

Y repaso la ciencia en su conjunto. Porque a priori miramos a la ciencia como algo exacto y preciso. Pero no es cierto. Hasta Newton con su manzana. Lo que hay, por encima de todo es experimentación. Y en base a esa experimentación abstracciones en la búsqueda de leyes o principios, que puede que no sean “verdad” con mayúsculas, pero ayudan a explicar la realidad, a movernos y avanzar en ese mundo. En realidad lo que dicen Newton, Einstein, etc, es que si la cosa funciona…

Y eso ocurrió con el vino cuando hace miles de años alguien comprobó que algo pasaba con las uvas cuando fermentaban. Y eso es lo que hacen las distintas bodegas en sus instalaciones. Probando nuevas cosas y ver qué es lo que sale. Y si la cosa funciona…

Otra cosa es que la enología haya aprendido de todas esas experimentaciones.

Eso ocurre en las bodegas a nivel productivo, pero no tanto a nivel de comunicación. Parece que en comunicación necesitan conocer mucho más sobre cómo se produce el proceso de comunicación

Colaboro con alguna bodega a quien asesoro en temas de comunicación por Internet. Esas bodegas han simplificado el problema.

Yo interpreto que se dicen a sí mismas:

“El proceso de Internet no lo entiendo bien, pero estos señores me hablan de que consigo una serie de claros beneficios, y me hablan de unos costes de comunicación y unos esfuerzos asumibles. Tan asumibles que merece la pena hacerles caso a estos señores. Porque no pierdo mucho si la cosa no funciona. Y si la cosa funciona…”

Y resulta que la cosa funciona. Van descubriendo cada día que pasa que van obteniendo más beneficios, y que los costes y esfuerzos son los que se esperaba tener. Y siguen probando. Aunque no entiendan todo lo que pasa en Internet. Porque lo que es importante es: …que la cosa funcione. Y para que funcione hay que poner algo de nuestra parte.

Yo les pido a las bodegas que tengan ese mismo espíritu emprendedor que demuestran al establecer cambios y mejoras en su proceso de elaboración. Y que los trasladen a su proceso de comunicación.   

«Porque la cosa funciona»

Woody Allen

Fuente de foto: msantaella.wordpress.com