Viña Solorca. Víctor Balbás, un empresario sorprendente. (2)

Viene de Viña Solorca. Víctor Balbás, un empresario sorprendente.

Sala de Barricas

Y pruebo su vino (Viña Solorca 2004, vendimia seleccionada). De entrada llama la atención la presencia y elegancia de su botella y su etiqueta. Me había comentado cuando visitábamos las instalaciones que este tipo de botella que veo ahora le había ocasionado algún problemilla de llenado, pero que consiguió solucionar. Y el resultado está a la vista. Una botella muy elegante.

Pero hablemos del vino. Inconfundible su origen de Ribera del Duero, tarda en abrirse en nariz, pero cuando lo hace se vuelve tremendamente generoso, con múltiples matices. En boca con cuerpo, pero tremendamente equilibrado, y complejo, y suave, muy suave. Entiendo que le hayan dado multitud de premios.

Cada día que pasa me gusta más conocer las historias y los hombres que hay detrás de cada botella y de cada vino. Son apasionantes. Y me apasiona, como decía, buscar en su vino esas características.

Comimos un pescado fantástico magníficamente presentado, acompañado del mencionado Viña Solorca 2004. Pude comprobar que en boca respondía a las expectativas que nos indicado nuestros ojos. Nos acompañó en la mesa su cocinero, un hombre comedido, educado, amable y cercano.

Sala de Convites

Disfruté enormemente de una comida bastante especial. Y me sentí como entre amigos, gracias a la buena relación que une a Pedro con Víctor.

Como comentaba anteriormente, nos contó sus proyectos, sus planes, sus inventos. Este hombre tiene la cabeza llena de proyectos. Es una máquina de tener ideas y de llevarlas a cabo.

Su vino me gustó mucho en su bodega, pero hoy he abierto la botella que me regaló. Y la experiencia ha sido, como no podía ser de otra manera, similar a la de la Bodega.

Ojeo su catálogo y veo un catálogo de calidad.

Y visito su página web, y en este apartado sí que me gustaría ayudarle…

Viña Solorca, una Bodega con dos cosas especialmente remarcables. Dispone de un fantástico producto y con un propietario muy especial.

Larga vida a Viña Solorca.
 

Viña Solorca 2004 vendimia seleccionada y un buen pescado.

Viña Solorca. Ribera del Duero. Víctor Balbás, un empresario sorprendente.

Entrada a Bodega

Hay diversas maneras de visitar una Bodega. Una es la clásica de la visita organizada en la que uno es uno más en el grupo. Pero hay otra que es infinitamente mejor. Y ocurre cuando tienes la suerte de tener algún contacto que te permita hacerla acompañado del responsable de la misma, ya sea el dueño, el enólogo, o el gerente de la misma.

El mundo del vino tiene muchos matices. Y uno de los más apasionantes es tener la posibilidad de conocer lo que hay detrás de una botella de vino, de su etiqueta, de su color, de sus aromas, del producto final. En una cata agudizamos nuestros sentidos para tratar de percibir qué tiene de especial el vino que degustamos y cómo influyen en el mismo las distintas variables que hacen que un producto final sea lo que es. «Qué complicada es una cata a ciegas!»

Pero también es un verdadero placer cuando tenemos mucha información sobre una bodega. Buscas en la cata comprobar cómo encaja cada pieza de información en ese producto que catas. El tiempo que ha hecho, el tipo de uva, cómo se ha recogido, cómo trabajan la viña, cómo son las instalaciones, etc. Descubres o quieres descubrir detalles que no percibirías de no tener tanta información. Ese vino ya no es un vino más entre miles. Está en tu cabeza, y en un lugar prioritario respecto de otros mil vinos y bodegas. Eso te permite poner los cinco sentidos para entrar en más detalles.

Yo tuve la suerte de conocer a Víctor Balbás, propietario y gerente de Bodegas Viña Solorca. Y todo gracias a Pedro Hernández, amigo de Víctor. Pedro es el diseñador de la Bodega que estamos visitando y de muchas otras más. Da gusto acompañarle y estar atento a cómo mira y cómo se expresa cuando está delante de una de sus obras. Hay un brillo especial en sus ojos de orgullo y cariño ante el trabajo realizado por él. 

Sala de premios

 

Nos recibe Víctor muy amablemente, pero con un par de fuegos que tiene que apagar. Por ello, aunque nos acompaña en la visita a sus instalaciones, es más Pedro Hernández quien va explicando al detalle las características de la Bodega. ¡Bonita experiencia desde el punto de vista del diseñador! 

Las instalaciones de Viña Solorca son magníficas, bastante mejores que muchas otras Bodegas de Ribera que van sacando pecho en los mercados nacionales e internacionales. Y con una línea de llenado espectacular. Una bonita sala de barricas que se ha construido buscando sobre todo la eficiencia 

Vemos sus premios en una sala que está acondicionando para darles acogida. Y tiene bastantes.

Tras la visita nos dirigimos al espléndido comedor de que dispone, para ser usado en convites y comidas con clientes de la Bodega. Entramos en una sala pequeña. Y ahí empiezo a ver a otro Víctor, ya más centrado en nosotros. Su cocinero nos ha preparado un pescado a la espalda que quita el hipo acompañado de un Viña Solorca gran Selección 2004.

Este nuevo Víctor es alguien tremendamente afable, con multitud de proyectos, ideas, y hasta inventos en su cabeza. Una verdadera máquina de emprender y ejecutar esos proyectos. De algunos solo puede dar algunos detalles por estar en fase de experiementación. En ningún momento habla de crisis. Habla de soluciones, de alternativas, de probar cosas. Mi primera impresión es que reúne gran parte de las cualidades que todo emprendedor tiene y debe tener.

Fermentadores

 

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