Crisis, oportunidades, amigos y anchoas.

Luis M. A. contestaba al último post sobre las oportunidades que brindan los cambios.

“Muy interesante. Lo que no dice es qué oportunidades hay ahora mismo. Me parece que las tengo que buscar, ¿no?”

Un poco irónico este Luis, pero tiene razón. Estamos cansados de oir que crisis en chino significa también oportunidad. Si eso es así, con la crisis actual las oportunidades deben ser del tamaño de Namibia (eso como poco).

Namibia

Acepto el reto. Imaginemos que Luis es un gran profesional de la comunicación, uno de los buenos (si es malo, mejor olvidarlo todo Luis). Esto lo tiene claro Luis, 5 amigos a los que ve con frecuencia y 10 clientes con los que mantiene contacto semanal.

Un buen día Luis aprovecha los social media (Facebook, Linkedin, twitter, por qué no varios?) y retoma contacto con 5 amigos más (ya son 10). Resulta que estos 10 amigos tienen a su vez 20 contactos cada uno (y todos a tiro de un clic).

Hemos dado un paso y ya estamos junto a 200 personas que pueden saber que Luis es un buen profesional. ¿Qué pasaría si Luis se lo tomara en serio y diera más pasos? ¿Cuánta gente podría llegar a saber que es bueno? Y siendo así, si Luis quisiera conseguir más clientes o iniciar nuevos proyectos ¿no le sería más fácil conseguirlo?

El efecto, cuando se habla de clientes de un mismo sector, el efecto se multiplica.

Sobra decir que hay muchas cosas a tener en cuenta que los profesionales de esto vamos sumando y aprendiendo cada día, pero uno de los aspectos fundamentales es la recomendación, y de quién viene. El pasado fin de semana un amigo me recomendó un restaurante en Los Molinos (sierra de Madrid). Fui y efectivamente todo lo que había contado era cierto: buen servicio, no es caro, enormes anchoas y carne exquisita (Santoña se llama, un día hablaremos de él). ¿Por qué fui? Muy sencillo, por que me lo recomendó él. Si me llega por otro lado (publicidad, mail, prensa…) no hago ni caso. Ese es el poder de los social media.

Anchoas Casa Santoña

¿Qué pasaría si nuestros vinos en vez de recomendarlos un famoso gurú o un periodista, los recomendara un cliente? El efecto es infinitamente mayor. Pero para eso me gustaría proponer un ejercicio: en vez de pensar en quién nos puede recomendar, pensemos primero en cómo podemos recomendar nosotros a otros (distribuidores, restaurantes…).

Empecemos dando ejemplo (eso sí, siempre que estemos seguros de que lo que recomendamos en bueno, si no, el juego no funciona. Jamás recomendemos algo por que sí). “Quid por quo”, algo así como dar para recibir mutuamente (algo por algo). Frase famosa por muchas cosas, aunque a mi me recuerda mucho a la película “El silencio de los Corderos” (creo que la segunda) y se me ponen los pelos de punta.

Fuente de imágenes: Casa Santoña, thecommonwealth.org

¿Estamos saliendo de la crisis? Coloquios del Wellington

Los coloquios del Wellington

Asistí invitado a las charlas que regularmente se dan en el Hotel Wellington. Asistían como ponentes Jordi Sevilla, Cristóbal Montoro, Joaquín Leguina y Juan Iranzo, siendo moderados por la periodista Ana Samboal.

Es muy interesante acudir a un evento de estas características, porque aunque ese tema se toca continuamente en debates por televisión, verlos en directo es una experiencia bien distinta. Se trata de unas conferencias muy consolidadas y en este caso con unos ponentes de primera categoría. El tema que se trataba era sobre si habíamos tocado fondo en la crisis económica. Si la salida de la misma era inminente y qué medidas debían tomarse para salir de la misma.

En la conferencia me fijé en diversos detalles.

Entremos con ellos

No dicen las mismas cosas en directo. Sus formas difieren. Me llama la atención su actitud, mucho más florentina. Son tremendamente educados y respetuosos con el resto de ponentes. ¿Es es mejor? ¿Peor? Desde luego distinto.

En sus discursos vuelvo a constatar lo malos que somos todos a la hora de vaticinar el futuro y lo buenos para explicar el pasado y las causas del mismo.

En las distintas fases de auge y crisis económica que he vivido en mi vida se da la paradoja de la unanimidad de opiniones en determinados momentos. Sobre todo cuando nos encontramos en pleno auge o en plena crisis. En el resto de momentos, la opinión se genera en función de lo que dicen los tambores, como en las películas de Africa. Se oyen unos tambores lejanos que dicen que entramos en crisis y les hacemos poco caso. Suenan más y más tambores, más y más fuerte, y resulta que llevamos en crisis muchísimo tiempo. Y para salir de la crisis exactamente igual.

 Bueno. Pues estamos en la fase de que empiezan a sonar los tambores de la salida de la crisis. Y lo gracioso es que luego vendrán los expertos otra vez a decirnos que en realidad hemos salido hace meses/años.

Todo esto para decir que me anima asistir a debates en los que ya se habla de eso. Es el primer paso para que realmente ocurra. (Necesario pero no suficiente) 

Repasando las características de los conferenciantes llamaba la atención que estaban de acuerdo en más cosas de las que esperaba.

Estaban de acuerdo:

1) En que habíamos tocado fondo.
2) Que nos espera un período largo para que salgamos de la crisis. (Años).
3) Cada uno de ellos proponían una serie de medidas para salir de la misma. Curiosamente, unos criticaban directamente al gobierno y otros, sin criticarlo proponían medidas como si el día de la conferencia fuera el primer día en el que se hablara en este país de las medidas a tomar. Como si todo el tiempo pasado desde que sabíamos que estábamos en un cambio de ciclo se hubieran desperdiciado tiempo y recursos.
4) En que la salida de la crisis no iba a ser para todos por igual. Que saldrían de ella antes y con más velocidad aquellas personas y empresas que hubieran adoptado las medidas adecuadas para ser competitivas en un entorno tan difícil.

En realidad yo no oí muchas cosas nuevas. Pero es tremendamente enriquecedor también cuando personas muy preparadas, con buena información y con buenas dotes oratorias ponen palabras a lo que uno cree.

Y yo creo que la salida de la crisis no es inmediata. Que como parece que papá estado no va a sacarnos de esta, con los únicos que podemos contar es con nosotros mismos. Se trata de ver qué medidas va a tomar cada persona y cada empresa para adaptarse a la situación actual.

Y es de eso de lo que se trata casi exclusivamente en este blog.

Un saludo y hasta otra

Los coloquios del Wellington 2