Navalcarnero. Tan cerca, tan lejos.

Continuación de: Tradición, nobleza y ostentación. Malpica de Tajo de Osborne.

Delimitado por el río Guadarrama y a apenas 30 kilómetros de la capital se alza una de las villas más pintorescas pero con más magia y encanto de toda la comunidad. Navalcarnero conserva aún su más puro estilo de pueblo castellano, con un pasado histórico relevante, numerosos monumentos artísticos, una gastronomía típica y unas tradiciones que hacen del municipio un lugar de interés turístico.

Cuenta con una de las plazas más sencillas pero a la vez originales de toda la comarca, la Plaza de Segovia, cuyas terrazas han servido como plato de rodaje de infinidad de producciones nacionales e internacionales.Además también cuenta con otros curiosos monumentos como son la Iglesia parroquial Ntra. Sra. De la Asunción, el Centro de Interpretación de Navalcarnero y el Museo del Vino. Este último se trata de una antigua bodega reformada en donde de una manera entretenida y dinámica se puede recorrer la historia y elaboración del vino a través de los cinco sentidos.

La gastronomía persigue los placeres tradicionales castellanos destacando platos como la olla del segador, similar al cocido madrileño, elaborado a base del conocido garbanzo de Navalcarnero. Y también su famoso cordero que regados con una buena Garnacha o Malvar propias de la comunidad harán de la comida una experiencia irrepetible.

En resumen una conjunción perfecta para disfrutar del sábado más castizo.

Nos vamos a Bodega Malpica de Tajo y Navalcarnero con el winebus

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