Esta fortaleza declarada «Bien de Interés Cultural» hace ya más de un siglo, configura el símbolo de las disputas entre la Corona de Castilla y la de Aragón de principios de siglo XV y sus restos se remontan a más de 3000 años de antigüedad.

Su edificación fue realizada con el característico ladrillo rojizo propio de la zona, empleándose la piedra únicamente para pequeños detalles, como troneras, escudos, etc. De su organización destaca por encima de todo la Torre del Homenaje de casi  40 metros de altura daba protección al patio de armas situado justo en su regazo. En sus muros se pueden contemplar los impactos por fuego de artillería durante dichos conflictos bélicos y que han llegado hasta nuestros días.

Los vestigios de sus yacimientos prehistóricos datan de la Edad de Hierro, cuando se produce un importante asentamiento que llegaría a ocupar toda la superficie de la Mota. Aquí se construyeron sus propias casas y, además, contaban con elementos defensivos tales como un foso en forma de W del cual aún hoy se pueden ver sus restos.

Viajes en el tiempo, vinos y gastronomía. ¿Qué más se le puede pedir a un sábado primaveral?

A Liberalia Enológica (D.O. Toro) y Medina del Campo el sábado 20 de abril