«La vida en un día” de Ridley Scott. O lo que ocurre en el cine pasa también en el mundo del vino.
Oigo en la calle, en todo momento el debate sobre si vamos hacia un mundo mejor . Yo no tengo inconveniente de participar en el debate, pero me decanto rápidamente por que el mundo es definitivamente mejor. Con este nuevo mundo perdemos cosas pero también ganamos otras. Y además lo único que hay en la vida de cada uno de nosotros es manejar los presentes, entendiendo hacia dónde vamos. ¿Mirar para atrás? Para aprender o para disfrutar de nuestros recuerdos (en el presente).
La irrupción de las nuevas tecnologías y la globalización ha puesto nerviosa a mucha gente que se siente inquieta con el cambio. El cambio es inevitable. Es bueno que lo aceptemos para adaptarnos a él y a las nuevas variables.
En muchos sectores se han echado pestes sobre las consecuencias del auge de las redes sociales y no han parado de aparecer defensores del antiguo orden. Eso ha pasado en la música en el sector editorial, en el mundo del vino y también en el del cine. Habrá que regular para que este mundo sea mejor.
Pero mientras, lo mejor que puede hacer uno es tratar de sumergirse en estas nuevas tecnologías para ver lo que puede obtener de bueno de las mismas.
Ha llegado a mis manos el último proyecto de Ridley Scott en el cine. Me ha encantado. Se trata de la presentación de su último proyecto. Es la interpretación de este genio de lo que significa el 2.0 para él. http://www.youtube.com/user/lifeinaday
Soy un apasionado del cine. Me encanta el cine porque considero que es una herramienta maravillosa para transmitir ideas y pensamientos.
Y en mí ha sucedido todo lo contrario de lo que vaticinaban los agoreros y es que voy al cine más que nunca, porque estoy viendo películas maravillosas. Y sé de estas películas a través de Internet de la opinión de muchos otros particulares. No dejo de mirar las opiniones de los críticos de cine reconocidos de aquí y de allá, pero me importan también la opinión de otros críticos y la valoración global de las mismas. Y consigo ver un cine tremendamente original, nada comercial, con una personalidad enorme, que hacen que salga del cine con la boca abierta la mitad de las veces.
Y está habiendo más cine independiente porque mucha gente hace lo que yo. No se quedan simplemente con la opinión de 4 expertos y los directores se pueden permitir el lujo de arriesgar muchísimo más. Y cada vez hay más y más películas originales y auténticas.
Todo esto que he contado se puede aplicar palabra por palabra al mundo del vino.
Pero entremos en el proyecto de Ridley Scott. Supongo que la reacción de este hombre ha sido inicialmente de no entender nada de lo que pasaba con los Social Media, pero ha decidido apostar por el medio, y lo que ha comunicado a través de las redes es que quería hacer una película con la aportación de personas de todo el mundo. Y con los videos ha montado una película. Este enlace que publico es el tráiler de la película resultante. Si visitáis el mismo se puede comprobar que desaparece otro de los tabúes que el sector del vino ha acusado a Internet que es de su incapacidad de transmitir emociones, característica fundamental en la comunicación en el mundo del vino. Cada vez que veo el tráiler se me ponen los pelos como escarpias.
¿Tendrá éxito este proyecto de Scott? Pues de entrada nos tiene cómo locos a todos los que hemos visto el tráiler por saber cuándo la sacan. ¿Tendrá problemas con el canal de distribución del cine? Pero si la película ya está vendida!!!
Señores bodegueros sean valientes y muestren sus películas (sus vinos) porque el mercado del vino (globalizado, tecnologizado, interrelacionado) está deseando tener experiencias como ésta.
Viene otro cine. Viene otra manera de expresarse con el vino.