Catas y Monólogos en el Museo del Vino de Peñafiel.

He disfrutado enormemente del evento organizado por el Museo del Vino de Peñafiel bajo el lema de Catas y Monólogos.

Museo del Vino Castillo de Peñafiel

La primera actividad consistió en la cata. Miguel Angel de Benito, sumiller del Museo del Vino de Peñafiel, dirigió la cata. Hay determinada gente que va a una cata simplemente a aprender de vinos. Y eso está muy bien. Pero está infinitamente mejor si además de aprender de vinos uno se pasa una velada muy divertida. Porque eso atrae a muchísima más gente. Miguel Angel logra las dos cosas. Que aprenda un montón de vinos con ese conocimiento tan enorme que tiene sobre el mundo del vino y que amenice sus conocimientos con su simpatía, sus comentarios, sus chascarrillos y su vastísimo conocimiento. Nos hizo pasar una velada francamente maja. La cata consistió en probar distintos vinos en su versión Magnum, “El mejor guardián del vino”. Entre ellos probamos Matarromera Crianza 2005, Protos Reserva 2004 y Estancia Piedra La Garona 2003.

Antes y después de la cata tuvimos la oportunidad de dar un paseo por el Museo del Vino que está precioso. De entrada, y desde la distancia, antes de llegar a Peñafiel, desde la carretera, me quedo embelesado. Ese castillo es maravilloso. Y cuando entro, cada vez que voy aprendo cosas nuevas. Un verdadero placer estar en este recinto.

Después nos dieron con una serie de quesos y embutidos de primerísima calidad de la zona. Y como a mí me gusta poco el queso y el embutido…

…Y cambiamos de sala para asistir a la actuación de un monologuista (“Catas y Monólogos”). El monologuista era bastante bueno. ¡Qué gozada escuchar (y memorizar para dar la brasa a los amigos) algunos chistes nuevos! Se llama Karim. Aparte de ser buen monologuista tiene un número muy especial y muy original que auguro quedará que hablar. Me he permitido grabar 30 segunditos de su espectáculo para poner un caramelo en la boca a mis lectores para que acudan a verle en persona. O a lo mejor no tienen que acudir porque le verán antes o después en una cadena de televisión nacional. Al menos esa es la impresión que también tuve al conocer a Pedro Reyes y a Eugenio antes de que se hicieran famosos.

En resumen. En mi opinión este es uno de los caminos más válidos para la popularización y fortalecimiento de la imagen del vino. Porque es realmente atractivo. Enhorabuena a la Diputación de Valladolid por su iniciativa

Uno, en sus ratos de ocio, sale a cenar y muchas veces va a restaurantes que ya conoce con gente que ya conoce y tiene conversaciones que ya conoce. Mucha gente está deseando que le sorprendan. Y le diviertan.

Yo y otros 59, aprendimos mucho de vino. Y nos sorprendieron. Y nos divertimos.

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