¿De qué ha ido siempre la comunicación?
De captar la atención de tu público objetivo. Esto siempre fue así. Hace 100 años, antes de la existencia de la televisión ya se buscaba esto.
Se inventa la televisión y gradualmente cada vez hay más y más anuncios.
Ya con la aparición de Internet aumenta aún más el número de mensajes y por ello nos sentimos saturados.
Se dice que el ciudadano medio recibe alrededor de 4000 mensajes diarios. ¿Y qué hace el ciudadano medio? Tratar por todos los medios de no prestar atención a la mayor parte de ellos, aunque solo sea por salud mental. ¿Cómo sería nuestra vida si atendiéramos a esos 4.000 mensajes.
¿Qué rendimiento están sacando las empresas de Marketing telefónico que te llaman porque estás en una lista para contarte sobre algo que no tenías en la cabeza? Su rendimiento debe estar cercano al cero.
Los anunciantes deben tener claro por ello que conseguir un ciudadano que les atienda es un verdadero triunfo.
¿Y qué es un visitante de nuestra página? Es alguien en el que, por la razón que sea ha decidido prestar atención a la información que disponemos en Internet. ¿Y qué será? ¿Un posible comprador? ¿Un prescriptor? ¿Un mero curioso? ¿Le estamos dando la información para que se sienta satisfecho con lo que encuentra?
Me gustaría ayudar a las bodegas a no perder este tipo de oportunidades.