Bodega Andrés Díaz: La fidelidad a la tradición.

La bodega que visitaremos se encuentra situada en el municipio de Navalcarnero, localidad situada a 35 km del suroeste de Madrid y que destaca por sus grandes vinos, los cuales son reconocidos a nivel internacional.

Mucho ha cambiado la bodega desde que Francisco Díaz Blanco la construyese. Al principio se trataba de una humilde bodega enterrada para conseguir de manera natural las condiciones óptimas de elaboración y crianza de vino que ahora buscan con tecnología las bodegas modernas: lobreguez, mantenimiento de la misma temperatura y humedad y ventilación natural. Este lugar ya no se utiliza, pero aún se conserva.

Con el paso de los años, las sucesivas generaciones fueron modernizando las instalaciones y también la comercialización, los vehículos a motor sustituyeron a los carros tirados por mulas con los que se hacía el reparto de vino a la capital antiguamente.

Algunas cosas por tanto han cambiado, pero otras han permanecido inmutables. La bodega conserva su nombre por Andrés Díaz Rodríguez, hijo del fundador,y en la elaboración de sus vinos se mantiene la filosofía de antaño. Los caldos de la bodega Andrés Díaz quieren ser fieles a la tierra en la que nacen, por eso la elaboración es tan cuidadosa y tan cercana a la tradicional. La fermentación de los vinos es totalmente natural, no se añaden levaduras, únicamente se espera a que las levaduras de las uvas la inicien de manera espontánea. El depósito en el que el azúcar se transforma en alcohol sigue siendo del mismo material que hace más de un siglo: el cemento, pero adaptado a los tiempos modernos. El proceso de clarificación, por el cual se eliminan sustancias indeseables del vino, es también el más delicado posible, la clara de huevo .De esta manera se huye de otras sustancias artificiales mucho más agresivas y se respeta al máximo lo que nos ha dado la tierra.

Una mezcla de tradición y modernidad es lo que nos ofrece la bodega que el Winebus visita el este sábado.  Tradición porque la filosofía de esta bodega permanece inmutable desde el siglo XVIII, y modernidad porque ha sabido aunar las tecnologías más modernas para poder ser siendo fieles a su ideario.

¿A qué esperas para subirte al Winebus y conocer este lugar único? ¿Te vas a perder uno de los últimos ejemplos de bodega urbana? (para conocer la propuesta del Winebus pinchar aquí)

Este post continúa en : El Winebus viaja a Navalcarnero

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